Descubre la profundidad y emotividad de los Poemas sobre hijo de Rudyard Kipling en este artículo. Exploraremos la conexión única entre padre e hijo a través de la poesía del renombrado autor británico.
Ejemplos de Poemas Rudyard Kipling sobre hijo
1. Amor incondicional
Si puedes mantener la cabeza cuando todo
a tu alrededor pierde la suya y te la echa de menos;
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también tienes en cuenta su duda:
Si puedes esperar y no cansarte de la espera,
o siendo calumniado, no respondes con mentiras,
o siendo odiado, no das cabida al odio,
y sin embargo, no pareces demasiado bueno ni hablas con sabiduría;
Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu maestro,
si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tus objetivos;
si puedes encontrar el triunfo en la derrota
y tratar a esos dos impostores exactamente igual:
Si puedes soportar escuchar la verdad que has hablado
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los tontos,
o ver las cosas en las que has dado tu vida
roto y agachado y construido de nuevo con herramientas desgastadas:
Si puedes hacer un montón de todas tus ganancias
y arriesgarlo en un lanzamiento único y lleno de valor;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca respirar una palabra sobre tu pérdida:
Si puedes forzar tu corazón, nervios y tendones
para servir a su turno muy largo después de que hayan ido,
y así mantenerse cuando no queda nada de ti
excepto la Voluntad que les dice: «¡Resistid!»:
Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o caminar con Reyes – no perder el toque común,
Si ninguno de los amigos ni los enemigos puede herirte,
si todos los hombres cuentan contigo, pero ninguno demasiado:
Si puedes llenar el implacable minuto
con sesenta segundos de distancia corriendo,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y – lo que es más – serás un Hombre, hijo mío!
2. Responsabilidad
Si puedes guardar tu cabeza cuando todo a tu alrededor
la está perdiendo y te está culpando a ti;
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan,
pero haces concesión a su duda:
Si puedes esperar y no cansarte en la espera,
o ser calumniado, no responder con calumnias,
o ser odiado, no dar lugar al odio,
y sin embargo, no parecer demasiado bueno ni hablar con demasiada sabiduría:
Si puedes soñar -y no hacer de los sueños tu maestro-,
si puedes pensar -y no hacer de los pensamientos tus planes-,
si puedes enfrentarte al triunfo y al desastre y tratar a esos dos impostores de la misma manera:
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho
torcida por bribones para engañar a los necios
o contemplar las cosas a las que has dado tu vida
hechas jirones y remendadas, y volver a comenzar desde el principio:
Si puedes hacer acopio de todas tus ganancias
y jugarlas a un solo golpe de dados,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca pronunciar siquiera la palabra «pérdida»:
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras, a tus nervios,
a que sigan adelante cuando ya no puedan más
y así resistir cuando no queda nada de ti
excepto la voluntad que les dice: «¡Resistid!»:
Si puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o pasear con reyes y no perder la virtud ni la sencillez,
Si todos te tienen en cuenta, pero ninguno demasiado,
si puedes llenar el implacable minuto
con sesenta segundos de lucha imperturbable,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y, lo que es más, serás un Hombre, hijo mío.
3. Perseverancia
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
la están perdiendo y te culpan a ti;
si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también permitir sus dudas;
si puedes esperar sin cansarte de la espera,
o siendo calumniado, no devolver calumnia,
o siendo odiado, no dar cabida al odio,
y sin embargo, no parecer demasiado bueno ni hablar con sabiduría;
si puedes soñar sin que los sueños te dominen,
si puedes pensar sin hacer de los pensamientos tu objetivo;
si puedes encontrar el triunfo en la derrota
y tratar a esos dos impostores de la misma manera;
si puedes soportar oír la verdad que has hablado
tergiversada por bribones para hacer una trampa para los necios,
o ver cómo se van hechos jirones y recomponerlos
con herramientas gastadas:
si puedes hacer un montón de todas tus ganancias
y arriesgarlo a un golpe de dados y perder,
y empezar de nuevo desde el principio
sin decir una palabra sobre tu pérdida;
si puedes forzar tu corazón, nervios y tendones
a servirte aun después de que se hayan ido,
y así aguantar cuando ya no quede nada de ti
excepto la voluntad que dice: «¡Resiste!»;
si puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o pasear con reyes y no perder la virtud ni la sencillez,
si todos te tienen en cuenta, pero ninguno demasiado,
si puedes llenar el implacable minuto
con sesenta segundos de lucha imperturbable,
tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y, lo que es más, serás un Hombre, hijo mío.
4. Valores
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
la pierde y te culpa por ello,
si puedes confiar en ti mismo cuando todos te cuestionan
pero también entender sus dudas;
si puedes esperar sin cansarte de la espera,
o si siendo calumniado, no respondes con calumnias,
o si siendo odiado, no das lugar al odio,
y sin embargo, no eres demasiado bueno ni hablas con sabiduría;
si puedes soñar sin dejar que los sueños te dominen,
si puedes pensar sin hacer de los pensamientos tus objetivos,
si puedes encontrar el triunfo en la derrota
y tratar a ambos impostores de la misma manera;
si puedes soportar oír la verdad que has hablado
ser tergiversada por bribones para engañar a los tontos,
o ver cómo las cosas a las que has dedicado tu vida
son destrozadas y recomponerlas con herramientas desgastadas:
si puedes hacer un montón de todas tus ganancias
y arriesgarlo en un golpe de dados y perder,
y comenzar de nuevo desde el principio
sin pronunciar una palabra sobre tu pérdida;
si puedes forzar tu corazón, tus nervios y tus músculos
a servirte aún después de que se hayan ido,
y así seguir adelante cuando ya no quede nada de ti
excepto la voluntad que les dice: «¡Resistid!»;
si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o caminar con reyes y no perder la virtud ni la sencillez,
si todos te tienen en cuenta, pero ninguno demasiado,
si puedes llenar el implacable minuto
con sesenta segundos de combate sin tregua,
todo cuanto hay en la Tierra será tuyo,
y, lo que es más, serás un Hombre, hijo mío.
5. Fortaleza
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
la está perdiendo y te culpa por ello,
si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también tener en cuenta sus dudas;
si puedes esperar sin cansarte de la espera,
o siendo calumniado, no devolver calumnias,
o siendo odiado, no dar lugar al odio,
y sin embargo, no parecer demasiado bueno ni hablar con sabiduría;
si puedes soñar sin que los sueños te dominen,
si puedes pensar sin hacer de los pensamientos tus objetivos,
si puedes encontrar el triunfo en la derrota
y tratar a ambos impostores de la misma manera;
si puedes soportar oír la verdad que has hablado
ser tergiversada por bribones para engañar a los tontos,
o ver cómo las cosas a las que has dedicado tu vida
son destrozadas y recomponerlas con herramientas desgastadas:
si puedes hacer un montón de todas tus ganancias
y arriesgarlo en un golpe de dados y perder,
y comenzar de nuevo desde el principio
sin pronunciar una palabra sobre tu pérdida;
si puedes forzar tu corazón, tus nervios y tus músculos
a servirte aún después de que se hayan ido,
y así seguir adelante cuando ya no quede nada de ti
excepto la voluntad que les dice: «¡Resistid!»;
si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud,
o caminar con reyes y no perder la virtud ni la sencillez,
si todos te tienen en cuenta, pero ninguno demasiado,
si puedes llenar el implacable minuto
con sesenta segundos de combate sin tregua,
todo cuanto hay en la Tierra será tuyo,
y, lo que es más, serás un Hombre, hijo mío.
6. Integridad
Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor
la está perdiendo y te culpa por ello,
si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también tener en cuenta sus dudas;
si puedes esperar sin cansarte de la espera,
o siendo calumniado, no devolver calumnias,
o siendo odiado, no dar lugar al odio,
y sin embargo, no parecer demasiado bueno ni hablar con sabiduría;
si puedes soñar sin
¿Qué inspiró a Rudyard Kipling a escribir el poema «Hijo»?
Rudyard Kipling se inspiró en la partida de su hijo</strong a la Primera Guerra Mundial para escribir el poema «Hijo».
¿Cuál es el mensaje principal que transmite el poema «Hijo» de Rudyard Kipling?
El mensaje principal que transmite el poema «Hijo» de Rudyard Kipling es la importancia de la resiliencia y la fortaleza en medio de las adversidades, así como la confianza en uno mismo para superar los desafíos de la vida.
¿Cómo se relaciona el poema «Hijo» de Rudyard Kipling con la paternidad y la educación?
El poema «Hijo» de Rudyard Kipling se relaciona con la paternidad y la educación al resaltar la importancia de inculcar valores, responsabilidad y fortaleza en los hijos para que puedan enfrentar los desafíos de la vida.